La Repubblica, de Roma, opina sobre esta dimisión: "Paul Wolfowitz, el último de los neoconservadores de Washington, ha depuesto las armas. Y deja cada vez más solo a George W. Bush. Apenas unas horas después de que recibiera por última vez a su aliado más fiel, Tony Blair, quien próximamente se separará del cargo de primer ministro británico, el presidente de Estados Unidos se ve obligado a recibir -no por gusto, como consta en la declaración oficial de la Casa Blanca- la renuncia de hombre que tanto se esforzó en colocar al frente del Banco Mundial. Wolfowitz, el ex halcón del Pentágono, quien figura como uno de los artífices de la guerra en Irak, ha conseguido pasar a la historia como el primer presidente del organismo que debe renunciar."

Cerrar filas

El periódico liberal Politiken, editado en la capital de Dinamarca, comenta el asunto de la siguiente manera: "La corta carrera de Paul Wolfowitz al frente del Banco Mundial demuestra que nunca debió presidir al organismo, cuyo fin es el de unificar a sus socios en el combate a la pobreza. Cuando fue designado, en 2005, era uno de los más acérrimos defensores de una intervención unilateral estadounidense en la guerra de Irak. Los países europeos por fin cerraron filas y, a raíz de las acusaciones de corrupción, demandaron la renuncia de Wolfowitz. Del mismo modo, deberían pugnar por acabar con el procedimiento actual de designación para el Banco Mundial. Hasta hoy, tal decisión es derecho exclusivo de Estados Unidos."

Gonzales*, en la mira

El Corriere della Sera, de Milán, pondera un aspecto relevante: "La renuncia no cierra totalmente el capítulo, de tal modo que en principio Wolfowitz podría participar en los encuentros preliminares de ministros de Finanzas, así como en la propia Cumbre del Grupo de los Ocho en Alemania. Pero ante las actuales circunstancias, no es seguro que lo haga, ni que fuera bien recibido. Desde el punto de vista de la política interna, George W. Bush se enfrenta a un dilema: ¿deberá aceptar también, dentro de poco, la renuncia de su secretario de Justicia, Alberto Gonzales? Es otro funcionario cuyo perfil se ve manchado por el escándalo."

Provocación

El periódico suizo Tages-Anzeiger, editado en Zürich, opina así: "Paul Wolfowitz fue el hombre equivocado, en el momento equivocado. Como arquitecto de la guerra en Irak, su presencia en el Banco Mundial resultó una especie de provocación a los funcionarios encargados de luchar contra la pobreza. La misión fundamental de éstos va en absoluta contradicción con la ideología de los neoconservadores. En esta medida, la caída de Wolfowitz es también un fracaso para el gobierno de Bush. Como en el caso de John Bolton en la ONU, no consiguió en el Banco Mundial sacar adelante la tarea de lograr mayor transparencia en las organizaciones internacionales."

*Tal es la escritura oficial del nombre del funcionario estadounidense de origen mexicano.