La derrota 1-4 en casa en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Europa prácticamente sepultó las esperanzas del Wolfsburgo de ganar el título. De todas formas, independientemente de los resultados, los enfrentamientos contra el Nápoles siguen siendo importantes en los planes que se ha trazado el club alemán para el futuro.

Para el Wolfsburgo, actualmente segundo en la clasificación de la Bundesliga detrás del Bayern, la temporada tiene ante todo un carácter didáctico. La meta es aprender de las lecciones de fútbol internacional recibidas y que estas le sean muy útiles en la Champions League , un torneo en el que estará participando a partir del segundo semestre del 2015 y que para el equipo es terreno casi inexplorado.

Un club inexperto

El proceso de aprendizaje del Wolfsburgo se asume como la mejor vía para compensar la desventaja que se deriva de su corta historia en la Bundesliga, donde tan solo ha disputado 18 campeonatos desde su ascenso a la primera división alemana en 1997, que ha limitado las posibilidades de competir en Europa.

El recorrido internacional del Wolfsburgo se reduce a cinco participaciones en la desaparecida Copa Intertoto de la UEFA. Para los grandes torneos del Viejo Continente el Wolfsburgo solo se ha clasificado en cuatro ocasiones: Copa UEFA (1999), Liga de Europa (2008 y 2014), y la Champions League (2009).

Esas expediciones arrojan un balance poco entusiasta. En 1999 apenas si se llegó a la tercera ronda de la Copa UEFA; en la Liga de Europa del 2008 la eliminación ocurrió en la segunda etapa; en la Champions League del 2009 no superó la fase de grupos para luego atascarse, como le ocurre actualmente, en los cuartos de final de la Liga de Europa.

Tres retos paralelos

Además, el Wolfsburgo tampoco conoce a fondo la rutina de enfrentar tres competencias distintas al mismo tiempo: Bundesliga, Copa Alemana y Champions League. Internacionalmente la forma en la que se encaran esos tres retos de manera paralela termina siendo determinante en el éxito o el fracaso de los equipos.

Dieter Hecking, el entrenador del club alemán, está tomando con su equipo lecciones muy similares a las que recibió en sus primeros años con el Dortmund su colega Jürgen Klopp, quien en la Liga de Europa aprendió cómo balancear la exigencia internacional con la local sin perder el equilibrio.

“La temporada nos ha dado hasta ahora solo alegrías, nuestro rendimiento en las tres competencias es excepcionalmente bueno dadas nuestras circunstancias particulares. Hay que recalcar que estamos muy adelantados en nuestra agenda”, dijo el entrenador Hecking en entrevista con el periódico Wolfsburger Allgemeinen.

El entrenador del Wolfsburgo también ha resaltado lo útil que es acostumbrarse a “respirar aire europeo” para sus jugadores, pues en la próxima temporada en la Champions League la mayoría de ellos, al igual que él mismo Hecking, serán novatos.