En 2010, Adler era un indiscutible en el arco del combinado alemán. El propio Manuel Neuer lo aceptaba como número 1. Pero las cosas se torcieron. Adler sufrió una lesión que lo dejó fuera de su selección y del Leverkusen. Adler parecía acabado.
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"La sola cercanía del estadio me hacía ya sentir mal". Ahora, como titular del Hamburgo, volvió a hacerse un hueco en el equipo nacional. Cuéntenos, señor Adler.