1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

“Ya el hecho de hacer un filme es un gran mérito”

14 de febrero de 2012

El cineasta griego-colombiano Spiros Stathoulopoulos habló con DW sobre su película Metéora, en concurso oficial de la Berlinale y sobre la actitud que hay que tener para hacer cine.

Spiros Stathoulopoulos, director de Metéora.Imagen: Berlinale

El cineasta de 33 años ha llegado a Berlín con su segundo largometraje que aborda una historia de amor entre un monje y una monja narrada como un ícono religioso que tiene como escenario los imponentes monasterios de Metéora, santuario del catolicismo ortodoxo griego donde los monjes ermitaños habitaban desde el siglo XI las cuevas que se formaron en la prehistoria.  Su estreno recibió una ovación de la prensa y la crítica de cine internacional, aunque no gustó tanto a los críticos de Hollywood por su carácter no comercial.

Spiros Stathoulopoulos, nacido en Bogotá, debutó en Cannes con su ópera prima PVC-1 en 2008 donde aborda el terrorismo en Colombia.  En conversación con Deutsche Welle el cineasta recomienda a los jóvenes directores no dejarse intimidar por la academia. “Ya hacer un largometraje es un gran mérito”, asegura.

Imagen de la cinta participante en la Berlinale.Imagen: Kosmokrator Sinema

¿Cómo se siente estando en Berlín con su película en competencia?

Me parece simbólicamente muy positivo que una película de producción greco alemana se encuentre en Berlín, en un momento de crisis europea, que ha enfrentado a Grecia y a Alemania. Es un símbolo positivo.

¿Cómo se vive la crisis en Grecia?

En Grecia la generación de mi edad está desempleada, con una tasa de 40%. Las medidas de austeridad están afectando a los jóvenes y a los viejos por los recortes de las pensiones. La manera mía de ayudar es tratando de canalizar fondos necesarios para literalmente ayudar a la gente a sobrevivir. A una persona de casi 100 años como es mi abuela, que le corten la pensión a la mitad, como le está pasando a todos los viejos, es inaudito. Como necesitaba una actriz que tuviera esa edad le di un papel en mi película. Es la monja mayor que se ve en una de las escenas de primer plano.

Usted ha vivido entre Colombia y  Grecia, cuéntenos un poco sobre su biografía…

Nací en Colombia y a los pocos años de nacer viajamos con mi familia a Grecia, luego volvimos a Colombia, desde entonces viajo entre los dos países. Son dos culturas que conozco profundamente y que me inspiran por igual. Ahora vivo en Estados Unidos pero me interesa escribir y filmar sobre lo que conozco para poder hablar con la verdad.

Su primer largometraje PVC-1 trató sobre el terrorismo en Colombia, ahora aborda la espiritualidad y el deseo humano en dos comunidades ortodoxas en Metéora, ¿cómo llegó de un tema a otro?

Es un cambio inspirado por los lugares en donde he vivido sin embargo las dos películas tienen un fuerte común denominador que es el encierro. PVC-1 es una película sobre el encierro. Se trata de una mujer encerrada en un collar bomba y Metéora es una película sobre dos personajes que están encerrados entre la espiritualidad de su comunidad y el individualismo secular. Se encuentran suspendidos entre esos dos polos y quieren escapar de ese encierro. Son muy similares, la diferencia es que PVC-1 es una película que se concentra más en seguir las consecuencias físicas del encierro y en Metéora se centra en las consecuencias psicológicas.

¿Cuándo visitó por primera vez Metéora?

Vi Metéora por primera vez siendo muy pequeño.  Esos monolitos son un fenómeno natural y me impacto que encima de ellos hubiera monasterios. La primera vez que los vi fue a los siete años y la segunda a los 18 estando en el servicio militar en Grecia.  Siempre quise volver.  Con los años me interesé en saber por qué habían sido construido los monasterios. Esa obra de la naturaleza en esas rocas prehistóricas donde los monjes construyeron esos impresionantes monasterios me impresionó mucho. Entonces quise matar dos pájaros de un tiro y no sólo estudiar Metéora sino hacer una película.

Y eligió ese escenario de espiritualidad para construir una historia de amor…

La espiritualidad tiene que ver con el amor porque según la religión católica ortodoxa el amor es Dios. En un ícono sobre Metéora se ve a Dios sobre una nube, más abajo se ven los monasterios, más abajo se ve un monje ermitaño que ha abandonado su comunidad y vive en una cueva. Más abajo del asceta está un hombre que toca la flauta. Lo que dice la Biblia es que el amor debe tener una jerarquía, primero se debe amar a Dios, después a la familia, luego a los amigos, los conocidos, a los enemigos, a los animales y a las plantas, es una jerarquía.  Pero la jerarquía amorosa de los personajes de la película se encuentra en conflicto porque en vez de priorizar a Dios se aman a sí mismos, y por no respetar esa jerarquía se encuentran atrapados entre la vida en comunidad y la vida secular.

¿Cuál es el mensaje de su película?

Entender el significado de la jerarquía del amor y luego aplicarlo.

Me pareció que también fue el aceptar ese poder subversivo que puede ser el amor…

En el caso del monje y la monja, el amor que sienten en griego se le conoce como eros, que a diferencia de ágape, es más espiritual. Ellos sintieron el amor erótico que tiene una connotación física influenciada por el metabolismo y por razones biológicas es muy difícil de controlar. Es como la sed. Cuando el organismo tiene sed debe tomar agua y cuando el organismo tiene deseos carnales tiene que hacer algo al respecto porque es algo natural, es inherente a la biología humana.

¿Cuál es el consejo que daría usted a los jóvenes cineastas latinoamericanos?

Que no se inhiban ni se asusten ante las aparentes dificultades que se les presenten en la academia para hacer cine.  Vivimos en una época digital en la que cualquiera de nosotros puede coger una cámara y hacer una película independientemente de que sea buena o mala. Existe un gran mérito en el realizar un largometraje, independientemente de que sea bueno o malo. Los críticos y ciertos profesores no ven el mérito en la realización de una película y se concentran en el resultado artístico. El simple hecho de hacer una película es un gran avance. Yo les diría a los jóvenes que hagan su película y que no tengan miedo de las influencias negativas de la academia.

Autora: Eva Usi

Editor: Enrique López

Ir a la siguiente sección Descubra más