Mientras los futbolistas del Bremen (Tim Wiese, portero; Per Mertesacker, defensa; Marko Marin y Mesut Özil, mediocampistas) y del Bayern (Jörg Butt, portero; Philipp Lahm y Holger Badstuber, defensas; Bastian Schweinsteiger, mediocampista; Miroslav Klose, Mario Gómez y Thomas Müller, delanteros) se preparan con sus clubes para la disputa de la final de la Copa Alemana, que se escenificará el próximo sábado en Berlín, los restantes 16 preseleccionados alemanes se dieron cita en Düsseldorf este miércoles.

Primer entrenamiento

Muy temprano en la mañana, ante la mirada de algunos entusiastas aficionados, el entrenador del seleccionado alemán Joachim Löw ingresó a la recepción del Hotel Hilton en Düsseldorf; al dar el paso con el que cruzó la puerta que separa la calle del edificio, inició formalmente el plan de preparación del equipo nacional con miras al Mundial.

En la agenda del día estaban, en primer lugar, actividades de relaciones públicas; tras un corto saludo entre el cuerpo técnico del seleccionado y los jugadores que ya se encontraban en el hotel, algunos de ellos fueron asignados a tareas de promoción, otros cumplieron sesiones fotográficas y todos se probaron el nuevo traje de color azul suministrado por el patrocinador encargado de la vestimenta. Lukas Podolski, Arne Friedrich, Andreas Beck y Cacau asistieron fuera del hotel a una jornada de información sobre el problema del sida en África.

Los futbolistas visitaron un camión de 18 metros –que alberga una aldea y un hospital- en el cual se presenta una exhibición multimedia sobre la vida de la juventud africana y su relación con la enfermedad, que es uno de los más grandes problemas en el país anfitrión del Mundial. “Esta iniciativa conmueve a mucha gente y la información que allí se encuentra sobre la situación en África en muy buena”, contó el defensor Beck al finalizar su visita.

En la tarde el seleccionado, reforzado con cuatro valores jóvenes que no hacen parte de la preselección mundialista (el arquero Tobias Sippel y los defensas Mats Hummels, Kevin Großkreutz y Stefan Reinartz), entrenó para el partido de beneficio de este jueves contra Malta, en Aquisgrán, que ya generó recaudos por cerca de 5 millones de Euro a favor de las fundaciones Egidius Braun y Sepp Herberger de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), así como para la Fundación Robert Enke.

Decisiones tempranas

En la pantalla gigante del estadio el equipo nacional fue saludado con el mensaje: “Düsseldorf le desea a la selección mucho éxito en Sudáfrica”; los jugadores –con excepción del defensor Marcell Jansen que hizo ejercicios individuales por estar aún recuperándose de una lesión- se reunieron en el centro de la cancha con el entrenador Löw a recibir instrucciones.

La práctica transcurrió sin mayores sorpresas, ellas ya se habían dado horas antes cuando el entrenador nacional confirmó que al Mundial llevará a todos los 6 delanteros nominados: Cacau (Stuttgart), Mario Gomez (Bayern Múnich), Stefan Kießling (Bayer Leverkusen), Miroslav Klose (Bayern Múnich), Thomas Müller (Bayern Múnich) y Lukas Podolski (Colonia), aunque de este último dijo que espera que se ponga lo más rápido posible al nivel que se requiere para la competencia en Sudáfrica.

Pero así como Löw tomó decisiones tempranas en materia de ataque, aún no decide quién será el arquero alemán en el Mundial; el entrenador anunció que al respecto se pronunciará a finales de mayo, cuando Tim Wiese y Jörg Butt se sumen a la concentración alemana. El jueves, contra Malta, el pórtico le será confiando a Manuel Neuer, del Schalke, quien ya está en el grupo que inició los trabajos mundialistas.

Autor: Daniel Martínez

Editor: Enrique López