Yegua Jenny pasea sola por las calles de Fráncfort
Lewis Sanders | dpa
18 de abril de 2019
Desde hace más de una década, la yegua Jenny recorre durante horas las calles de Fráncfort. Algunos transeúntes llaman alarmados a la policía, pero hasta ahora no ha tenido que intervenir nunca.
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Cada mañana, en el barrio de Fechenheim en Fráncfort, una yegua blanca pasea por las calles sola. De la brida le cuelga un letrero pequeño: "Me llamo Jenny. No me he escapado, solo estoy paseando. Gracias.” Con mucha tranquilidad, mordisquea los arbustos. Su recorrido usual transcurre, en parte, junto a los rieles del tranvía, lo que nunca ha supuesto un problema. Los conductores de tranvía la conocen y reducen la velocidad cuando la divisan. Una vez uno le dijo por megafonía: "Jenny, ¿puedes hacernos sitio, por favor?”, cuenta su propietario, Werner Weischedel, de 79 años de edad.
Una yegua muy tranquila y contenta
Desde hace 14 años, la policía tiene que tranquilizar a los ciudadanos que llaman preocupados. Esta responde que el animal no representa ningún peligro. "Nunca hemos tenido que hacer algo al respecto”, explica la portavoz de la policía, Isabell Neumann.
Cuando alguna persona llama, la policía pregunta a Weischedel: "Werner, ¿sabes dónde esta Jenny?”. "Sí”, le responde.
Sin embargo, para algunos es un problema que Jenny, sin supervisión, haga su caminata diaria. Algunos usuarios en internet han tildado de negligente al propietario, porque, según ellos, el caos en las calles podría producirle heridas al animal o este a otras personas.
Maren Hellige, de la Asociación Veterinaria Equina, dijo a la agencia de noticias dpa que "Jenny se mueve mucho por los paseos y parece estar muy tranquila y contenta”.
Abierta al contacto con otros animales
La gente que se tropieza con la yegua, la saluda cordialmente. Raphael Woellenstein, de 32 años de edad, pasea con sus dos hijos y dos perros. Cuando la ve, le dice: "Buenos días” y la acaricia. "Desde hace años pasea por aquí. Me parece fantástico”, asegura el padre de familia. También sus perros están contentos con Jenny. Mueven la cola cuando la ven.
La yegua de 22 años de edad disfruta, por su parte, del contacto con la gente y animales. Sobre todo, desde que falleció su mejor amiga, la perra Charly, quien la acompañaba cada día a caminar. Su propietario solo recuerda una vez que Jenny dio una coz a un perro que quiso moderle la pata trasera.
Después de terminar su paseo, Jenny vuelve a su establo por la tarde a comer y descansar hasta el día siguiente. Cada día abandona el establo independientemente del tiempo. Si llueve o hace mucho frío, su propietario la cubre con una manta y ¡a pasear!
(rmr/er)
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