52 soldados del Ejército yemení, leal al presidente Abdo Rabo Mansur Hadi, murieron y decenas resultaron heridos en atentado suicida contra el cuartel militar en la provincia de Adén.
Publicidad
En el mismo cuartel perdieron la vida otros 36 reclutas en un ataque similar el pasado 10 de diciembre pasado. Según una fuente de seguridad de la provincia, un terrorista con un cinturón de explosivos detonó la carga que llevada adosada al cuerpo en medio de un grupo de reclutas que esperaba su turno para cobrar el salario en el cuartel militar de la Seguridad Central de Al Sauladau.
Además, hay varias decenas de uniformados heridos por el ataque contra el cuartel, situado en la zona de Al Arish, en las proximidades del aeropuerto de Aden, a unos 20 kilómetros al este de la ciudad, la principal del sur del país y capital provisional del Gobierno de Hadi, añadió la fuente.
El pasado diciembre, otro suicida con un cinturón de explosivos detonó la carga junto a una barrera de seguridad, en la entrada del cuartel Al Sauladau, en un momento en el que numerosos agentes de la policía y soldados hacían fila para cobrar su salario, después de tres meses de impagos.
Dicho atentado fue asumido por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que en julio ya lanzó otro ataque contra el mismo cuartel, en el que murieron 14 personas.
Guerra étnica por el poder político
A finales del pasado agosto, al menos 50 personas perdieron la vida y otras 67 sufrieron heridas en un ataque cometido por otro suicida del grupo yihadista contra un centro de reclutamiento en Aden.
Aden ha sido escenario de numerosos asesinatos y ataques contra representantes del Gobierno y miembros destacados de las fuerzas de seguridad, en medio de una gran estabilidad en el país.
La guerra civil entre los rebeldes hutíes y las fuerzas leales al presidente Hadi han favorecido el refortalecimiento de los grupos terroristas Al Qaeda y el Estado Islámico.
JOV (efe, n-tv)
Yemen, una guerra civil olvidada (09.2016)
Los choques entre las tropas leales al Gobierno y los rebeldes hutíes en Yemen causan decenas de víctimas cada día, sin que la comunidad internacional parezca conmoverse demasiado.
Imagen: Reuters
Conflicto de larga data
Si bien la guerra civil de Yemen comenzó formalmente en 2014, los choques entre los hutíes del norte del país y el Gobierno central tienen una larga historia. En esos enfrentamiento, los rebeldes incluso incursionaron en territorio saudita. Durante el mandato del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, la situación empeoró, con los hutíes luchando abiertamente para tomar el poder.
Imagen: AFP/Getty Images/M. Huwais
Un presidente en problemas
El presidente Abdo Rabu Mansur Hadi intentó dialogar con los hutíes, que se acercaban a la capital, Saná. Finalmente los rebeldes tomaron la ciudad en septiembre de 2014 y obligaron al mandatario a negociar un acuerdo. El Gobierno presentó una propuesta para dividir en regiones con cierta autonomía, pero los insurgentes la rechazaron. En enero de 2015 Hadi renunció y fue confinado a su residencia.
Imagen: picture-alliance/C. Court
Vía libre para los hutíes
Los hutíes finalmente atacaron el Palacio de Gobierno y el Parlamento. Poco después, Hadi escapó de su residencia en Saná y viajó a Adén, antigua capital de Yemen del Sur, donde estableció provisoriamente a su Gobierno. En un discurso, declaró ilegítimo el golpe de Estado perpetrado por los insurgentes y aseguró que seguía estando al mando del país.
Imagen: Reuters/K. Abdullah
Toma del poder
En una demostración de que el poder en realidad lo tenían ellos, los hutíes realizaron una ceremonia en Saná para anunciar una nueva Constitución, la disolución del Parlamento para ser reeemplazado por un consejo nacional de 551 miembros y la formación de un consejo presidencial que guiaría los destinos del país.
Imagen: picture-alliance/dpa/Str
Arabia Saudita interviene
El 25 de marzo de 2015, a solicitud del Gobierno reconocido internacionalmente de Yemen, Arabia Saudita comenzó la "Operación Tormenta Decisiva", una serie de misiones aéreas que buscan debilitar las posiciones de los hutíes, que a esas alturas ya cercaban la nueva sede del Ejecutivo de Hadi, en Adén. Una coalición árabe da sustento a esta operación militar.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Pachoud
Ataques indiscriminados
Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la ONU han acusado a Arabia Saudita de cometer crímenes de guerra en Yemen, pues muchas veces los objetivos de sus bombardeos son los civiles. Lo de Yemen es, también, una extensión de una lucha de potencias regionales, pues los hutíes son respaldados por Irán, mientras que el Gobierno de Hadi cuenta con el apoyo de Riad.
Imagen: Reuters
Un enviado especial impotente
La ONU encargó a Ismail Ould Chekh Ahmed que mediara entre las partes en conflicto de Yemen para alcanzar un acuerdo que terminara con los bombardeos y aliviara la crítica situación de la población civil, que pasa hambre y carece de atención médica. Ha habido ceses de las hostilidades, pero suelen ser violados por ambos bandos. El trabajo del enviado ha sido arduo e infructuoso.
Imagen: picture-alliance/Xinhua/Xu Jinquan/
Diálogos de paz en Kuwait
El último intento serio por lograr un acuerdo para conformar un Gobierno de transición formado por miembros de los hutíes y del Ejecutivo de Hadi se realizó en Kuwait. Pero los desacuerdos no se superaron y el 7 de agosto de 2016 las conversaciones concluyeron, sin lograr avances. Además de la guerra, los encontrones políticos entre ambos bandos no han cesado desde entonces.
Imagen: Reuters/M. al-Sayaghi
Condena internacional
En esta guerra han sido bombardeados hospitales, escuelas, barrios completos y, en la última masacre perpetrada por los aviones sauditas, un funeral. El 8 de octubre de 2016, los cazas de la coalición atacaron Saná, impactando en una ceremonia fúnebre, matando a más de 150 personas. La acción ha sido condenada transversalmente y Arabia Saudita prometió investigar el caso.