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Zeitinger: “Confiamos en Grecia”

Panagiotis Kouparanis (ERC/ERS)9 de mayo de 2016

El ProCredit Bank de Alemania abre tres filiales en Tesalónica para otorgarle créditos a los pequeños y medianos empresarios griegos. La meta: que, pese a la crisis, todos los involucrados en la operación salgan ganando.

En la imagen, una de las tres filiales del ProCredit Bank de Alemania inauguradas en Tesalónica, Grecia.
En la imagen, una de las tres filiales del ProCredit Bank de Alemania inauguradas en Tesalónica, Grecia.Imagen: PCH, 2016

La sociedad comercial ProCredit Holding ha abierto alrededor de 400 filiales del ProCredit Bank en Alemania y otros trece países de Europa Oriental y Sudamérica, y emplea actualmente a unos 5.000 trabajadores. Esa entidad le otorga créditos a pequeños y medianos empresarios que tienen acceso limitado a servicios financieros bien organizados. Ahora, el ProCredit Bank abre tres filiales en Tesalónica para apoyar a compañías de pequeña escala en Grecia. DW habló sobre esta operación con Claus-Peter Zeitinger, jefe del consejo de supervisión y accionista mayor del ProCredit Holding.

Deutsche Welle: Grecia es percibida por la mayoría de los inversionistas como un país de altísimo riesgo. ¿Por qué abre ProCredit Bank tres filiales en Tesalónica?

Claus-Peter Zeitinger: Por un lado, los productores de Tesalónica han demostrado su capacidad en el mercado europeo. Por otro, yo no quiero unirme al coro de voces que despotrica contra Grecia. Yo quiero hacer negocios sostenibles y a largo plazo en ese país. Aunque no creo que vayamos a ganar mucho, nosotros queremos decir: ‘Grecia es Europa y ahí estamos representados’. Yo no quiero hacer filantropía; nosotros no nos asentamos en todas partes. Si vamos a territorio heleno es porque también estamos convencidos desde el punto de vista económico.

Normalmente, ProCredit Holding abre filiales del ProCredit Bank en los países donde esa sociedad comercial ya está activa. Pero, en este caso, las de Tesalónica son sucursales del ProCredit Bank búlgaro. ¿Por qué aplican este modelo? ¿Acaso desconfían de los griegos?

No, no hay desconfianza. Cuando uno abre un banco, uno necesita una gran infraestructura y unos cincuenta especialistas que puedan abarcar todas las áreas de negocio. Eso generaría costos inmediatos muy altos de cara a ganancias que aumentan muy lentamente. Dejar que sea el ProCredit Bank búlgaro el que se expande hacia Grecia nos permite adentrarnos en aguas frías paso a paso y sin arriesgar mucho. Si el negocio prospera, podemos sopesar la posibilidad de abrir un banco griego autónomo, pero no ahora.

Ya antes de que estallara la crisis fiscal griega, los bancos helenos aplicaban una política crediticia muy restrictiva. En este momento, ni siquiera las empresas más sanas y prometedoras reciben créditos. ¿Se concentrará el ProCredit Bank en atender a estas compañías?

La actual debilidad de los bancos griegos es una invitación para nosotros; ella nos ofrece oportunidades que probablemente no conseguiríamos en un mercado más sereno. Si me preguntaran por qué no vamos a Hungría o a Polonia, yo contestaría: ‘porque sus mercados están funcionando bien’. Nuestras posibilidades son mayores cuando hay fallas y contradicciones. Cuando uno es un pez pequeño, uno puede moverse mejor en esas aguas turbulentas.

¿Dónde percibe usted que haya empresas griegas competitivas?

A decir verdad, en todas partes. Sólo hace falta tener los ojos bien abiertos y visitar las empresas.

El ProCredit Bank le concede créditos a pequeños empresarios. ¿Qué tan pequeños deben ser para recibir ese respaldo y qué condiciones deben cumplir?

El monto de los créditos oscila entre los 30.000 y los 3 millones de euros. No logramos reunir ese dinero como depósito en territorio griego, pero en materia de liquidez nos están ayudando nuestros colegas búlgaros y el ProCredit Bank de Fráncfort. A quienes estén pensando que ahora los chupasangre caerán sobre Grecia les digo claramente: nosotros traemos nuestra propia sangre y la repartimos entre muchas empresas prometedoras para que a su vez creen puestos de trabajo. La capacidad de una compañía para generar empleo es uno de los criterios predominantes a la hora de otorgar créditos. La última vez que visité Grecia me percaté de que se pagaba 7 por ciento por los créditos. Nosotros pedimos 4 o 4,5 por ciento.

Claus-Peter Zeitinger, jefe del consejo de supervisión y accionista mayor del ProCredit Holding.Imagen: PCH, 2016
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