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Entrevista con asesor jurídico de los diálogos de La Habana

Mirra Banchón25 de noviembre de 2015

La creación de zonas de paz donde se ubicarían los excombatientes han propuesto las FARC en La Habana. Al respecto, DW habló con Enrique Santiago, asesor jurídico de su comisión de paz.

Aufnäher an der Uniform von Rebellen der FARC
Imagen: Getty Images/Luis Robayo/AFP

DW: ¿Las zonas de paz que proponen las FARC son sinónimo de las zonas de reserva campesina acordadas anteriormente ?

Enrique Santiago: Las zonas especiales de paz serían zonas donde se aplique el proceso de reincorporación de la guerrilla a la vida civil. Avanzaremos en esa discusión cuando se cierre el actual capítulo de víctimas.

En las zonas de reseva campesina se pretende preservar la cultura campesina; proteger las comunidades tanto social como medioambientalmente de agresiones externas, de proyectos productivos que puedan afectar sus medios de vida. La idea es evitar que siga produciéndose el éxodo del campo a la ciudad que ha tenido lugar en Colombia por el desplazamiento forzoso en el marco del conflicto, por la usurpación de tierras a los campesinos.

Perdón que insista, ¿las zonas de paz coincidirán con las zonas de reserva campesinas?

Coincidir en la ubicación, eso no sabrá hasta la discusión del siguiente punto. Pero sí, pienso que evidentemente deberían coincidir. En su origen, las FARC son eminentemente campesinas. Surgen para defenderse de las agresiones fundamentalmente de los terratenientes y el paramilitarismo para usurpar tierras.

Si se alcanza el acuerdo de paz, la desmovilización guerrillera y la incorporación de los guerrilleros a la vida civil parece que va a realizarse en ámbitos campesinos. No son personas que puedan desplazarse a la ciudad e insertarse en procesos productivos urbanos. Ellos lo que quieren es volver a sus tierras de origen.

También es evidente que a los lugares donde retornen los antiguos guerrilleros deben tener protección, pues el paramilitarismo dista mucho de haber desaparecido. Sería lógico convertir esas zonas de reincorporación en zonas especiales con especial protección y prohibición de utilización de las armas. Así es lógico que las zonas de paz coincidan con algunas de las zonas de reserva campesina. Es una idea muy presente en las negociaciones.

Imagen: picture-alliance/dpa

Para la reinserción de los exguerrilleros, ¿se necesitaría refrendación de la población local?

Son sus zonas de origen. No hace falta ninguna refrendación. Aunque no fueran sus zonas de origen, no necesitan refrendación. Cualquier ciudadano acabado el conflicto tendrá libertad de movimientos y de residencia, como en todo proceso de paz del mundo. Depende exclusivamente –según la definición de zona de paz- de que sean zonas que reúnan las características de seguridad y de puesta en marcha de proyectos productivos. No creo que el gobierno colombiano tenga en la cabeza crear zonas reducidas, como guetos, para concentrar a los guerrilleros. Eso sería equivalente a un confinamiento. No es una idea que aceptarían las FARC.

¿Estas zonas de paz no entrarían en conflicto con otras zonas que están protegidas en Colombia, como son los territorios indígenas y los de los afrodescendientes?

No tienen por qué. Las zonas definidas como resguardos indígenas son zonas con especial protección, con delimitación e instituciones propias. Por otro lado, muchos de los guerrilleros son afrodescendientes. Nada tendría de extraño que en zonas de residencia de afro se produjeran procesos de reincorporación a la vida civil de exguerrileros de ámbitos y orígenes semejantes.

¿Crear zonas de este tipo para la reinserción de los exguerrilleros no sería otorgarles, de plano, poder político?

Cuando se firme el acuerdo de paz y las FARC se conviertan en una organización política, como cualquier organización política se someterán a las urnas. A nadie debería molestar que la fuerza política que surja del acuerdo de paz que selle la desaparición de las FARC busque poder político. Si a alguien le molesta, vamos mal para la reconciliación y para el fin del conflicto.

¿Qué responde usted a la aseveración de que estas zonas de paz se traducen en un mecanismo de las FARC para conservar poder territorial?

Eso es bastante tergiversado y manipulado. Las FARC han resistido 50 años una guerra contra el Estado colombiano. Si han resistido y no han sido liquidados es porque tienen arraigo en las zonas campesinas. Pensando en la reconciliación, lo que debe empezar a darse cuenta la sociedad colombiana es que en el proceso de paz lo que se va a fortalecer es el campesinado, que ha sido marginado y perseguido en Colombia. Después de 50 años de resistencia, en el marco del proceso de paz sus pretensiones que no son ni más ni menos que se respeten sus derechos.

Si eso alguien lo quiere interpretar como un fortalecimiento de las FARC -teniendo en cuenta que van a dejar de existir- me parece una visión absolutamente manipulada. Eso es como decir que cuando el partido del señor Uribe gana las elecciones en una localidad tiene el control territorial.

En cuanto al narcotráfico, ¿las zonas de paz significarán mano libre a las FARC…

¿Para ser ser narcotraficantes? Lo explicamos igual que pensamos que el gobierno no quiere la paz para inundar de paramilitares Colombia y para seguir realizando masacres con motosierras. Según los datos de los organismos internacionales, los de la Corte Penal Internacional y los propios datos de las organizaciones colombianas, más del 80% de las víctimas causadas en el conflicto las han causado el Estado y los paramilitares.

Respecto al narcotráfico llevo esperando años a que alguien me diga un solo Tribunal en el mundo donde haya incautado 100 gramos de cocaína incautadas a las FARC.

Como bien se ha establecido en el punto de reforma rural la relación de las FARC con los cultivos ilícitos –que no con el narcotráfico- se ha limitado al cobro de impuestos a los compradores no a los productores de hoja de coca, no de cocaína. Al igual que han cobrado impuestos al resto de actividades productivas en zonas de su influencia. Al igual que el Estado ha cobrado impuestos de guerra, exactamente lo mismo durantes estos años.

Es más, si el Estado colombiano pensase que las FARC van a acabar el conflicto para convertirse en una organización narcotraficante, recomiendo que de inmediato suprima las conversaciones de paz.

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