Zoológico africano resurge de sus cenizas
10 de agosto de 2013 Más de 3.000 personas murieron en la guerra civil que azotó a Costa de Marfil después de las controvertidas elecciones presidenciales de 2010. En Abiyán –que no es la capital de este país africano, pero sí su corazón financiero–, vecindarios enteros se convirtieron en zonas prohibidas para quien apreciara su vida. Eso paralizó todas las actividades de la ciudad, incluyendo la de los empleados del zoológico, quienes no pudieron acercarse a su sitio de trabajo para alimentar a los animales. Más de un cuarto de ellos murió de hambre.
Los leones y otros animales carnívoros no sobrevivieron a la prolongada falta de comida y los herbívoros tuvieron que sacar fuerzas de lo poco que tenían al alcance. Al final, sus respectivas jaulas estaban tan sucias y sus cuerpos tan debilitados que terminaron sufriendo infecciones y enfermedades. Incluso después de superada la crisis política en Costa de Marfil, las perspectivas del zoológico de Abiyán eran poco prometedoras: primero no había dinero para comprar alimentos y luego no había alimentos que comprar.
Un zoológico con potencial
"La guerra civil fue algo terrible para la gente, pero nosotros por lo menos podíamos huir de la ciudad. En cambio, los animales estaban desamparados y no podían ir a ninguna parte", recuerda Lama Tia, director del zoológico, cuyas instalaciones no cumplían los estándares fundamentales para la tenencia de animales ni siquiera antes del conflicto armado de 2010. Es ahora cuando el futuro del zoológico de Abiyán empieza a brillar y la salud de los animales supervivientes comienza a mejorar notablemente.
Este año, el Ministerio Forestal de Costa de Marfil comenzó a renovar las instalaciones del zoológico con ayuda de Suiza y veterinarios especialmente formados volaron al país africano para salvar a los animales que están en peor estado. Se construyeron aposentos nuevos para el único elefante que salió con vida del trance que significó la guerra civil y el zoológico contará con una nueva manada de leones a finales de año, cuando llegue la hora de transportarlos a una nueva instalación.
Los cocodrilos de mandíbula delgada son importantes para el zoológico de Abiyán; éste tiene la población cautiva más grande del mundo y ahora está por comenzar un programa para devolver a muchos de estos animales a la vida silvestre. La renovación de sus instalaciones está siendo aprovechada para darle un nuevo impulso y convertirlo en el zoológico más prominente de África Occidental.
Autores: Tamasin Ford / Evan Romero-Castillo
Editor: Diego Zúñiga